Carboxiterapia refiere a la administración cutánea y subcutánea de gas dióxido de carbono [CO2] para propósitos terapéuticos. El dióxido de carbono es un componente natural de nuestro propio ser. Respiramos oxígeno y exhalamos dióxido de carbono. Las plantas absorben el dióxido de carbono, ya su vez nos dan el oxígeno que necesitamos. No existen riesgos conocidos asociados con carboxiterapia.
En Europa, la terapia de dióxido de carbono se ha aplicado al tratamiento de las estrías, celulitis, y las cicatrices hipertróficas con resultados impresionantes. Los estudios han demostrado que la carboxiterapia mejora la elasticidad de la piel, mejora la circulación, estimula la reparación del colágeno, mejora la apariencia de líneas finas y arrugas, y destruye los depósitos grasos localizados.
¿Cómo funciona?
Estimula el cuerpo para aumentar el suministro de oxígeno a la zona tratada. Esto a su vez genera mecanismos de lipólisis (destrucción de las células de grasa), el fortalecimiento de la retención de agua dentro de las células tratadas. Carboxiterapia estimula la formación y la reorganización de las fibras de colágeno y elastina que dan tono y firmeza a la piel. Se puede utilizar en múltiples sitios del cuerpo.
¿Qué carboxiterapia mejorar en el cuerpo?
Mejora la celulitis y puede entregar resultados de la reducción hasta un 80-90%
Puede ser utilizado para esculpir el cuerpo en lugar de la liposucción más invasiva
A menudo se utiliza para corregir irregularidades liposucción
Pre y post–lipectomía (grasa abdominal quirúrgico y piel) para los mismos fines que el anterior
Lipomatosis múltiple (tumores grasos benignos)
Cicatrices post-quirúrgicas de cualquier tipo
Las estrías
La fibrosis y adherencias que se producen después de la cirugía
Carboxiterapia estética 